August Strindberg (Estocolmo, 1849-1912) es, junto a Ibsen y Chejov, el padre del teatro moderno. Su extensa y polifacética producción de ha sido recogida en más de 70 volúmenes, los cuales incluyen todos los géneros literarios. Frecuente protagonista de encendidas polémicas éticas, políticas y artísticas de su tiempo, es el responsable de una de las obras dramáticas más impresionantes de la historia. 

Pionero de la investigación dramatúrgica, sus primeras obras son naturalistas (las emblemáticas Señorita Julia, El Padre y Acreedores) y suponen una ruptura total con la tradición teatral. En una segunda época, abandona las unidades clásicas del realismo (acción, tiempo y espacio) y escribe un teatro antecedente directo de las vanguardias que dominarán el siglo XX. De esta época son La Danza Macabra, Ensueño y La Sonata de los Espectros. Entre ambos períodos, escribe La Más Fuerte, considerada como uno de los mejores monólogos jamás escritos. En su narrativa, encontramos desde exacerbadas críticas a las instituciones del momento (El Salón Rojo) hasta dramáticas descripciones de sus profundas crisis personales (Inferno).

De personalidad esquizofrénica, Strindberg casi siempre se sintió acosado y perseguido, una peculiaridad que, sin duda, dotaría a su obra de esa especial fuerza y dramatismo que rebosa por los cuatro costados; de hecho, podría decirse que esta es el resultado del choque entre su crispación interior y el igual de convulso y cambiante mundo exterior que le rodea. Habitualmente ninguneado por la élite literaria de su país, tras su muerte, más de 50.000 personas se darían cita en su entierro. Su nombre quedaría grabado para siempre en los anales de la historia del teatro.